Esta vivienda unifamiliar situada junto al mar nace del diálogo entre arquitectura y paisaje. El diseño está pensado para abrirse hacia el entorno, aprovechando al máximo la luz natural, las vistas y la brisa marina. La distribución interior busca fluidez y comodidad, combinando materiales nobles como la piedra, la madera y el vidrio para aportar calidez y elegancia. La conexión entre el interior y las terrazas exteriores permite disfrutar de una experiencia continua entre lo construido y lo natural, ofreciendo un refugio sereno, funcional y plenamente integrado en su entorno costero.